Hay días en los que llegas a tu casa y no te sientes a gusto, no quieres estar ahí en otro lado. En la escuela platicas de muchas cosas, de la tarea que no entendiste, de la fiesta del viernes... Te sientes libre pero sólo en tu casa hay esa protección que buscas.
Algunos de tus amigos y amigas saben de tu homosexualidad, te dan confianza y te aceptan tal y como eres. Otros ni siquiera lo intuyen. Sin embargo te gustaría decírselos, quisieras no ocultar nada. Ser tu mismo (a) en todos lados.
Todos los días te preguntan en tu casa, si eres hombre: ¿ya tienes novia?, si eres mujer cuando llevarás al novio?. Te sientes mal por no poder ser sincero o sincera con tu familia y en especial con tu papá o tu mamá. Quieres decírselos, que te comprendan y acepten, pero no sabes cómo.
No te puedes imaginar cuál será su reacción, piensas que te pueden pegar o correr de la casa y hasta dejar de quererte. Pero te es importante decírselos. Es una necesidad de la cual no crees escapar y no sabes cuál será la consecuencia.
Puedes hacerte una idea aproximada de los comprensible que pueden ser tus amigos, amigas y demás familiares por los que dicen y no dicen cuando se habla de la homosexualidad. Quizás tengas que iniciar hablando sobre los asuntos o temas gays en las noticias que hay en la televisión. Si su reacción es positiva, hay más posibilidades de que te acepten. Pero ten en cuenta que es más fácil, para la mayoría de la gente, aceptar a los gays y las lesbianas que no son tan cercanos.